Me resulta fascinante que se reconozca el trabajo callado de muchas personas, porque ahí se encuentra el verdadero significado de la inteligencia y bondad del ser humano, pero sinceramente cuanto me gustaría que alguien, en algún momento de la vida, propusiera crear un nuevo premio, el PREMIO NOBEL DEL AMOR.
No quieres que diga tu nombre, y respeto tu voluntad, pero tengo que gritar al mundo que para mí, tienes el PREMIO NOBEL DEL AMOR. Te conozco desde hace años, y desde el silencio, desde tu personaje secundario en este escenario de la vida, vienes demostrando que te sobra amor y que no existe en tu vida otra palabra. Siempre un gesto en el momento oportuno, una llamada a tiempo, un mensaje al móvil de forma inesperada, una visita en el momento adecuado; siempre estás ahí, antes de que nadie te lo pida, y siempre estás ahí para aquellos que te lo piden. Para ti, las palabras amor a los demás, es tu principio de vida. Nadie sabe lo que estás entregando a este mundo, a las personas que estás ayudando, y tu amor por los demás no es sino reflejo de que eres verdaderamente amor. Indudablemente entregas a los demás lo que eres, lo que tienes.
Por eso, no quiero que se te olvide que este año, cuando llegue la ceremonia de los Premios Nobel, piensa que entre el resto de los galardonados hay un sillón para ti, que el PREMIO NOBEL DEL AMOR lleva tu nombre.