¿Quién sabe?
Si todo es un ir y venir, un destino sin fin,
un cruce de direcciones que se encuentra en algún lugar.
¿Quién sabe que?
Si a veces caminamos sobre pasos que nunca fueron dados,
en el asfalto gris.
¿Quién sabe lo que habla el silencio?
Si las palabras huérfanas quisieron volar, entre el viento de levante,
azotando sábanas que cuelgan de los tendederos,
como metáfora de recuerdos que penden sobre el tiempo.
¿Quién sabe donde va?
si los caminos no lo hicieron los pasos de otros,
sino nuestros pies descalzos que aprendieron a caminar.
¿Quién sabe como mirar?
Si ninguno de nosotros aprendimos a observar una fotografía en blanco y negro,
de carboncillo sobre papel couché.
¿Quién sabe que?
Si las noches engañaron a los días
con un llanto sin lágrimas que descendieron en el atardecer.
¿Qué sabe quien?
Si fuiste tú, el único que al oído me dijo,
cuando tú has ido, yo he vuelto de aquello que ya un día viví.
Qué hermoso, qué hermoso Juan!!! me gusta mucho el silencio, recurrente en tus escritos, tus metáforas y tus profundidades. Es usted un poeta.
Apreciada Zuri, muchas gracias por tus palabras. Me alegro mucho que te haya gustado. Lo de poeta son palabras mayores, pero muchas gracias por adjudicarme dicha condición que creo no merecer 🙂