Hoy hemos despertado con nervios, con muchos nervios. Hoy apenas nos ha costado trabajo levantarnos de esa cama que cada día nos atrapa y nos convierte en esos seres remolones que no desean encontrarse con la realidad. Pero claro, es que hoy vamos a vivir una realidad diferente. Hoy los niños son mas niños y los adultos regresamos a esa infancia que parece que olvidamos a diario.
Hoy hemos despertado con la dulzura de la infancia, de esos niños que son ángeles en la tierra, aunque si me lo permitís, algunos son unos demonios, pero benditos demonios.
Hoy hemos despertado viviendo en esa eterna infancia que cada uno lleva dentro. Pero no olvidemos aquellos niños que hoy han despertado sin una sonrisa, sin una mirada de ilusión y pensemos que en nuestras manos está que no pierdan la magia de seguir siendo niños para toda la vida, pero con otra vida.