Para algunos quizás sea desconocido este juego, pero otros saben perfectamente que durante unos días es mi sombra la que se expresa, la que me pidió que le concediera su derecho a hablar y escribir lo que pensaba sobre este mundo. Y como comprenderán no puedo negarme a ello, no puedo quitarle la palabra y su libertad de expresión, porque en definitiva ella es la única que me acompaña a diario, tanto de día, y como me dijo una buena amiga, hasta de noche.
A mi sombra y a mí lo único que nos une son los pies, pero… ¿para qué más? lo suficiente para decirme que ambos caminamos juntos.
Hoy les presento a mi sombra, a esa desconocida que por un instante quiere ser protagonista de esta reflexión.
Soy la sombra de mi personaje y sólo quiero deciros una cosa, ¿Crecemos con mentiras que llamamos sueños? No se asusten, no quiero que se alarmen por estas palabras. Pero les digo la verdad, es una pregunta que me hago en multitud de ocasiones. Siempre he oído decir que por la vida hay que ir con la verdad por delante, pero sin embargo he comprobado que desde pequeño, crecemos con algunas mentiras.
Nos dicen que los niños los traen cigüeñas y que vienen de París y cuando pasan los años descubrimos que las cigüeñas sólo se encuentran en el refugio de los pequeños pueblos, protegidos de la mano de aquellos hombres que desprecian la naturaleza.
Se nos cae nuestro primer diente, y los mayores celebran ese acontecimiento llamando a Ratoncito Pérez, y al cabo de los años descubrimos que ese roedor es detestado por la inmensa mayoría del mundo.
Y en nuestra infancia, los Reyes Magos y Papá Noel o Santa Claus son los personajes que esperamos en aquellas noches mágicas, de ilusiones y sueños, que con el paso de los años se transforman en padres que por unos días regresaron a su infancia.
¿Saben de todas forma que pienso? Que no pierdo la ilusión y quiero convertir esas mentiras en sueños que se hacen realidad.
Como sigas escribiendo así de bien te vas a convertir en el Edgar Allan Poe, pero en vez de los relatos cortos de las reflexiones.
Hola Ana, anda mujer no seas exagerada, tampoco es para tanto. Pero si nos ayuda a reflexionar al menos durante un instante, me alegro.
Un abrazo y un beso.
Juan
Tu sabes que yo no soy de esas personas que dicen las cosas por cumplir, pero si te parezco exagerada ah……. Lo siento……. Eso es lo que tiene ser de caí.
Que lindo escribes, en serio…
Me parece entrañable tu tacto al escribir.
Gracias.
Un beso.