NOS VAMOS A VALLADOLID


El pasado tiene siempre una cuenta pendiente
que los relojes ignoran.
Los mapas dibujan coordenadas donde encontrar
la distancia de una caricia inexistente.
El tiempo es un viajero
que habita en cualquier lugar.
He caminado por las dos orillas
de un mismo océano.
He hundido mis manos en la arena
de las dos playas que se cobijan en cada ciudad.
Las huellas son recuerdos
que transitan en cualquier lugar.
Eres la ciudad de la otra ciudad
la que escribe sus notas
en cada margen.
Tengo un billete de vuelta,
un bosque en silencio.
Nos encontraremos en aspaldiko edonon.

El sonámbulo que camina a media noche
en un apartamento de una habitación,
sorbe el poso de un café frío.
Una luna llena que se asoma al atardecer
abandona a las estrellas
en la cuneta de la vía láctea.
El flash de una cámara réflex
que revela el negativo
de una fotografía en blanco y negro.
Una primavera a cinco grados bajo cero
que ha dejado a las floristerías
con el cartel de Se traspasa.