DE MUJER A MUJER

IMG_6285

 

Observo esta noche el espejo donde te has mirado,
en tus labios que han dejado paso a esa boca
perfilada con el carmín de una rosa que ha estallado en invierno.
Observo en el cristal dónde se encuentra tu mirada,
tus ojos ignorantes del momento en el que el rímel
sabrá deslizarse en algún momento.

Observo tras la mirilla cómo se alejan tus pasos,
sin poder tomarte del brazo,
porque nunca olvido cuando me dabas la mano.
Observo esta madrugada que los cuentos de hadas,
que las princesas con tacones de cristal
que viajaban en calabazas convertidas en carruajes,
corren por la boca del metro abiertas al amanecer.

Observo tu cama vacía, el frío pegado en las ventanas,
tus cascos sonando con una canción
que no puedo tararear porque mi garganta no traga saliva.
Observo tus fotografías colgadas en la pared,
el tiempo que se nos ha marchado,
las arrugas de mi piel.

CIUDAD DE PASO

IMG_3010

Me marcho;
de nuevo marcho
con la llave del regreso
en el fondo del bolsillo.
Me marcho
porque no sé cómo escapar de ti,
de tus luces y de tus sombras,
de tu aire irrespirable
que llena mis pulmones.

No me giro para observarte,
porque sabes como nadie
dejar turbia mi mirada
con los ojos encharcados,
con la boca seca
de quemar tus noches a besos,
de despertar en una calle cualquiera
que no nombro,
por el anonimato de volver a ti.

Me marcho;
me marcho y escribo con minúscula
un adiós que no se despide,
un hasta pronto que se hará eterno,
porque fuiste mi ciudad de paso.
De paso, me quedé en ti.

 

(A Madrid)

VOLVER

 

thumb_IMG_2363_1024

Te invento cada noche,
esa noche nuestra
donde tu capa hace volar a los superhéroes,
esos que vencen a los malos
que se ocultan debajo de tu cama.

Te invento cada noche,
esa noche de magos sin chisteras,
de cuentos sin moralejas
donde las marionetas cobran vida en tus manos,
y se duermen a tu lado.

Te invento cada noche,
le pongo alas a mis demonios
porque quisiera volar a tu lado, 
para verte en esa máquina del tiempo
que son los sueños del insomnio.

Te invento cada noche,
dibujo en mi ventana tu nombre,
pero despierto cada mañana
y descubro que ya no existe la palabra volver.