CARRETERA DE DOBLE SENTIDO

IMG_0401

¿Quién sabe?
Si todo es un ir y venir, un destino sin fin,
un cruce de direcciones que se encuentra en algún lugar.
¿Quién sabe que?
Si a veces caminamos sobre pasos que nunca fueron dados,
en el asfalto gris.

¿Quién sabe lo que habla el silencio?
Si las palabras huérfanas quisieron volar, entre el viento de levante,
azotando sábanas que cuelgan de los tendederos,
como metáfora de recuerdos que penden sobre el tiempo.
¿Quién sabe donde va?
si los caminos no lo hicieron los pasos de otros,
sino nuestros pies descalzos que aprendieron a caminar.

¿Quién sabe como mirar?
Si ninguno de nosotros aprendimos a observar una fotografía en blanco y negro,
de carboncillo sobre papel couché.
¿Quién sabe que?
Si las noches engañaron a los días
con un llanto sin lágrimas que descendieron en el atardecer.

¿Qué sabe quien?
Si fuiste tú, el único que al oído me dijo,
cuando tú has ido, yo he vuelto de aquello que ya un día viví.

A CONTRALUZ

20140412-081801.jpg

La cama sin deshacer del amanecer,
la inmóvil mecedora de sueños desvanecidos.
Las cortinas descorridas de la noche,
el tapaluz de una ventana tapiada.
Espejos que reflejan la oscuridad.
Contraluz.

El horizonte sin bruma del atardecer,
los rayos de sol entre un cielo vestido de nubes.
Desierto de arena mojada,
lluvia seca de lágrimas.
La envidiosa noche que anheló la luz.
Contraluz.

La fotografía que nunca dejó un recuerdo,
el olvido que siempre estuvo presente.
Estanterías de libros sin palabras,
una radio muda de música y voces
y que sintoniza el silencio.
Contraluz.

Laberintos y calles sin salida,
de eterno retorno al final.
Mapas sin longitud ni latitud,
rutas de un destino escrito y por escribir.
Contraluz.

Charlatanes de feria en auditorios de soledad,
caminar sentado desde un incómodo sillón.
Como querer estar en paz sin haber estado antes en guerra,
somos soldados de plomo fundido.
Momentos de la vida que dibujamos a contraluz.