ENTENDERNOS, UN RETO POSIBLE

Aquel último sábado del mes de febrero amaneció sin nubes, más cálido de lo normal, parecía que la primavera quería asomarse a un invierno más frío de lo habitual, más triste y silencioso. Aquel día parecía diferente, el correteo de niños disfrazados era incesante y las coplas de carnaval que se escuchaban de fondo, traían una alegría a las calles que parecía haber desaparecido.

Sentado en un banco, aprovechando aquellos rayos de sol, me encontraba ojeando el periódico, las noticias se habían vuelto en las últimas fechas en un cúmulo de sucesos, de alertas, de contrasentidos. Junto a un artículo que hablaba del hambre en el Cuerno de África, había un anuncio de una entidad financiera, en fin…. Pero una noticia que me llamó la atención, en una ciudad andaluza se había producido un enfrentamiento entre diferentes colectivos, de origen chino, africano y español, por el uso de una plaza pública con ocasión de la celebración del nuevo año chino. Los sucesos terminaron con varias personas en el hospital y diversos detenidos.

A escasos metros de donde me encontraba, dos niños de apenas un año de edad estaban dirigiéndose sonidos, unos balbuceos que imitaban a una extraña forma de articular palabras, que los mayores desconocemos, pero que para ellos era su forma de comunicarse, parecían entenderse con total normalidad, mantenían una conversación en su leguaje, en sus gestos, se reían, estaban disfrutando de aquel momento, se les veía felices. ¿Qué se estarían diciendo?

En aquel momento tuve que dejar el periódico, no alcanzaba a comprender que está pasando y me pregunté si los pequeños eran capaces de comunicarse y entenderse, por qué a los mayores nos cuenta tanto entendernos y comunicarnos. Qué nos ocurre realmente para que no podamos conseguir solucionar los problemas con las palabras, por qué no escuchamos, por qué no aprendemos a aceptar a los demás…

¿Quizás será que no aceptamos y comprendemos a los demás porque realmente no nos aceptamos y comprendemos a nosotros mismos?

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¿CONFIANZA LEGITIMA EN LA ADMINISTRACIÓN?

Ayer fui a disculparme ante don José, un maestro de la vida, 71 años, amable, siempre animado, pero con ojos tristes, quien sabe si por un secreto inconfesable. Hace cinco años, una Administración, obviaré su nombre, le embargó sus únicos ahorros, una cuenta bancaria con 18.000 euros; a partir de entonces, lo único que le quedaba era su escasa pensión de jubilación, con la que tendría que sobrevivir, pagar la luz, el agua, el alquiler…
Comenzó una lucha. Siempre le dije a don José que nuestras leyes establecen que la relación que une a la Administración con los ciudadanos se fundamenta en el principio de CONFIANZA LEGÍTIMA y, que por lo tanto, todo se tendría que resolver. Dos años de escritos y recursos terminaron con una decisión administrativa que denegaba la petición de don José, LA ADMINISTRACIÓN ACORDÓ NO DEVOLVERLE SU DINERO.
Contra aquella decisión, inexplicable, se decidió presentar un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, teníamos que confiar en nuestro sistema judicial. Tres años después de presentar el recurso, hemos recibido por fin la sentencia, ¡¡nos han dado la razón!!, y uno de los argumentos utilizados por el Juzgado, es que las relaciones de la Administración con los ciudadanos se rige en virtud del principio de confianza legítima. Después de cinco años a don José le han dado la razón.
Hoy he llamado a sus hijos, don José falleció hace un mes, y les he comunicado la decisión del Juzgado. Ahora empezaremos una nueva etapa, tendremos que solicitar la devolución del dinero embargado, presentar no sé cuántos documentos para acreditar que los que solicitan el reintegro del dinero son hijos de don José, y ya no sé cuánto tiempo tardará la Administración en dar por cerrado este asunto. Don José quiero pedirle disculpas, porque como usted en su día, ahora tampoco tengo confianza en la Administración.
Olga Serrano

Escribiendo...

Lujuria Y Verso

Escritos, pensamientos y deseos. Sin rima, ni prosa. Mi universo en letras.

Confieso que he perdido el miedo

Ya no hay compuertas ni muros que retengan mis palabras. Ahora somos compañeras insurgentes hacia lo que nos hiere.la belleza y la ironía son las mejores armas para expulsar la indiferencia.

La de Maldita Melena

Blog personal de Natalia Robles Mures

Endless dreams and boundless imaginations!

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Alma

Poesía y relatos basados en mi vida y la de otras personas.

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