Tienes la culpa
de que vuelva a pensar
que el futuro existe.
Desde anoche
busco tus caricias
en el único lugar
donde nadie se atrevería a hacerlo.
La próxima vez,
recuerda:
no olvides borrar las huellas
porque nunca sabemos
qué sucederá mañana.
¡Bravo!
¡Muchas gracias!