Se llama Cualquiera. Sí sí, ese es su nombre. No pongáis esa cara de sorpresa ni de extrañeza. Eso sí, si queréis, podéis sonreír.
Es su nombre de pila y los culpables, cómo no, sus padres. A Cualquiera se le ocurrió venir al mundo a las cinco de la madrugada (desde temprana edad ya comenzó a trasnochar). Es el noveno de diez hermanos y dicen que su nombre se debe a que su padre ya no sabía qué nombre ponerle, y cuando le preguntó a su esposa, la madre de Cualquiera, que era una santa, le dijo aquello de cualquiera, porque ya con tanta prole, le daba igual. Y su padre, que era otro santo, tanto se tomó aquello al pie de la letra, que lo inscribió con ese nombre en el juzgado de paz. Dicen otras lenguas que desde aquel momento, la paz dejó de existir.
Cualquiera no es diferente a los demás. De joven se enamoró, y pensó que el primer amor tendría algo de eterno, hasta que descubrió que eso del amor, también tiene fecha de caducidad. Cualquiera hizo como cualquiera, y alargó más de una noche embriagando algunos recuerdos por aquello de olvidar. Y para Cualquiera, su primera vez, quedó en pensar que esperaba no tardar en repetir aquella vez, para alardear de aquello que dicen que es tener experiencia sexual.
Cualquiera es otro más. O eso decimos todos. Cualquiera ha ido al médico y le han detectado una enfermedad. Como cualquiera. Dice el especialista que Cualquiera padece el síndrome de inmunodeficiencia asistida, pero por aquello de la hipocresía que sigue instalada en esta sociedad, Cualquiera ya no es cualquiera, y la compasión que rodea a otras enfermedades, en Cualquiera se ha transformado en rechazo.
Podemos ser Cualquiera, y entonces pediremos no ser tratados como cualquiera.
En todos los sitios hay un Cualquiera.. 🙂 Abrazos d luz
Cierto Mamen, en todos los sitios existen esos Cualquieras, a los que damos la espalda. Un abrazo muy fuerte para ti. Gracias por tu comentario
«Tristes almas solitarias que vagan por las callejuelas estrechas de una ciudad cualquiera…
historias tristes, vidas tristes…»
Me gustan tus reflexiones rescatadas de la vida real .
Hay un inframundo que está delante de nuestros ojos y volvemos nuestros rostros para no ver.
Terminaremos por extinguir la especie si no ponemos algo de nuestra parte entre todos y todas»
Carmen.
Gracias por tus palabras Carmen. Gracias por dedicar tu tiempo en leerme. Simplemente son reflexiones sobre aquello que nos rodea y que nunca debemos olvidar. Un abrazo
Te felicito. Me ha gustado mucho. Es muy bueno. Describes una realidad.
Un saludo,
Livia
Muchas gracias por tus palabras. He intentado reflejar una realidad que muchas veces negamos. Gracias de corazón por tu tiempo y leerme. Un cordial saludo
Todos somos Cualquiera incluso en nuestra propia intmidad. Tu reflexión iguala a todo el mundo como debe ser. Felicidades.
Muy bueno. Cerrar los ojos no significa que las realidades desaparezcan. Me ha gustado mucho cómo los has relatado, desde lo cotidiano.
Saludos
Muchas gracias Yolanda por tus palabras. A veces nos olvidamos de esas realidades que están tan presentes, pero que ni de reojo queremos mirar. Saludos y gracias por tu tiempo y por leerme