No descubro nada si digo que don Vito es un tipo diferente. Después de tantos años, poco más se puede añadir del Sr. Corleone que ya no sepamos. Es uno de esos personajes que odias y amas con la misma fuerza; que lo encumbras a ese cielo que dicen que existe, o lo llevas al infierno, ese otro lugar que no anda demasiado lejos de donde nos encontramos.
Sí señor, el Padrino es único. Para lo bueno, y para lo malo.
Supongo que a don Vito le dijeron una vez lo de ese refrán que dice que «el que tiene padrino se bautiza». Es indudable que a la figura del padrino se le presupone una cualidad superior y llamarse así, tiene que tener efectos secundarios. Efectos que vienen escritos en letra pequeña porque creo que es inevitable que muchos se acerquen a pedirle ayuda, recomendación y consejo; y otros muchos se le aproximen para solicitarle una llave que le abra una puerta, hacia uno de esos senderos que tiene la vida. Por todo ello, no me cabe duda que los Padrinos terminen agotados, y que exploten y tengan que proclamar que ellos no tienen complejo de lámparas mágicas, ni de Aladinos.
Pero en este mundo de picaresca, donde la figura del Padrino es un emblema, me parece igual de lamentable, las figuras de sus lameculos. Esos que no le piden al Padrino directamente una ayuda, pero que día a día, le siguen sus pasos, como palmeros que no saben seguir su propio compás.
Sea como fuere, nos olvidamos que tanto el Padrino como los que lo buscan para ser bautizados, y los lameculos convertidos en esa especie que está en peligro de supervivencia, terminan sentados sobre la misma taza de un váter.
No veo en la piel de Don Vito a otro actor que no sea Marlon Brando.. Sublime!! 🙂
¿Qué sería del Sr. Corleone sin don Marlon Brando? El Padrino no puede ser otro 🙂
Muchas gracias Mamen por tus palabras