Mira hacia abajo, ¡hazlo ya! ¿ves tus pies moverse?
Probablemente en este momento, tu cerebro ha puesto en funcionamiento ese mecanismo que hace que en este instante tu cuerpo necesite bailar. Tus pies comienzan de forma intuitiva a moverse. No pueden detenerse. Y no lo intentes, no lo lograrás. Tus manos sienten una energía diferente y se sienten seguras. Tus caderas insinúan. Necesitas bailar.
Si en este momento estás bailando, ¡felicidades!, porque es posible que incluso estés sonriendo. Y estoy convencido que por un instante, uno sólo, te has sentido feliz.
Jajajajaja.
A mover el esqueleto!!
Un beso.
Hola. Lindo blog. Gracias por seguirme 🙂
Hola! Gracias a ti. Te sigo. Un abrazo