Por fin,…
Ya lo hiciste público, todos lo sabíamos pero necesitábamos escucharlo de tus labios.
Supongo que te habrás quedado tranquila. Bueno,…mejor dicho, ahora ya nos habremos quedado tranquilos. Tú ya lo estabas y lo estás.
Me pregunto por qué has callado lo que todos sabíamos, por qué has esperado todo este tiempo. No entiendo tu actitud, esa obsesión por no hacer público un secreto a voces, que si es a voces, secreto ya no es.
Tu sarcasmo nos mata, quieres convertirlo en burla y encima bromeas, incluso parece que te hace gracia la situación.
Te habíamos marcado, señalado con el dedo, y tú como si nada, como si no fuera contigo. Te empecinaste en guardar silencio,….¿para qué?, para que hables ahora,….no lo entiendo te digo la verdad.
¿Realmente por qué lo has dicho? ¿Tú querías hablar?
Una niña madura. Una mujer madura que muestra su niñez. ¡Jodie!,…tus miedos son los miedos de todos y tu silencio es nuestra bronca voz.
No has salido del armario, entre todos te hemos sacado de él. Y no es por ti porque has salido, es por nosotros, por nuestro maldito afán de saber de los demás, de destruir tu intimidad.
Ahora no coges el teléfono, no sé nada de ti, ¿dónde te encuentras, dónde te has metido? Ahora te vuelves a esconder, de nuevo huyes y ahora ya no sé de que o de quien.
No te preocupes, ya tú no nos sirves, ya buscamos a otros y otras que desnudar, que sacar de ese armario en el que cada uno se esconde, en el que cada uno guarda un secreto.
¿Se sale del armario o los sacamos de él?,….entre todos nos encargamos de romper las puertas para que salgan de él.