Desordenado noviembre

Algaradas y tumultos.

Amor y pasión.

Disturbios y desorden.

Susurros y caricias.

Hace dos años vivimos un desordenado noviembre de 2023. Las primeras planas de los periódicos y las cabeceras de las noticias de radio y televisión recogían las protestas por la aprobación de la amnistía. Regresaba la tensión, las discusiones, los enfrentamientos, la dialéctica rota. Algún dirigente político proclamó que las concentraciones frente a las sedes del partido de la rosa eran antidemocráticas.

Han transcurrido más setecientos días de aquellos acontecimientos y ahora este noviembre no resulta muy diferente de aquel.

En esta permanente situación de conflictos y desavenencias de los llamados servidores públicos y en este goteo constante políticos miserables, me pregunto qué habría dicho el PP de la comunidad autónoma valenciana si lo sucedido con motivo de la famosa dana hubiera estado gobernando el PSOE en Valencia. Pero al mismo tiempo, me pregunto qué habría hecho el PSOE a nivel nacional si hubiera sido el PP el promotor de la aprobación de la amnistía.

El panorama político resulta desalentador. A veces creo que necesitan que estemos hastiados. Pero hoy como entonces, mientras algunos encienden las alarmas por la supervivencia de la democracia, siempre quedarán los que harán del amor sus noches azules.

 

EL GATILLAZO

No estamos preparados. Siempre pensamos que llegado el momento, sabremos encontrar la respuesta. Y el momento llega. Pocas palabras y las miradas perdidas. El silencio es un bálsamo que acompaña la interrupción temporal del éxtasis. Lo siguiente, una frase hecha obtenida de algún libro de autoayuda: hoy no era el día, mañana seguro que no volverá a suceder.

Seguimos sin estar preparados. No hallamos una solución. Lo volvemos a intentar, pero nada, otra vez estamos igual. La esperanza se transforma en esa jugada de rugby que es la «patada a seguir». Esa donde un jugador lanza una patada a la pelota para evitar que el contrario lo agarre y eludir el choque entre los fornidos de este deporte que en Inglaterra dicen que es practicado por brutos que son señores. Sin embargo, esta jugada de ataque esconde otra realidad: me quito el balón de encima y que sea lo que Dios quiera.

Del 11S apenas se ha hablado hoy en los medios de comunicación. Por lo menos, de aquel acontecimiento que cambió el curso de nuestra reciente historia, ya que la atención está puesta en los fastos fúnebres de la reina del imperio británico. Pero del otro 11S, de ese donde Cataluña celebra su día, de ese sí se ha hablado porque el independentismo se ha apropiado de la Diada. De nuevo lo usan como reclamo para volver a salir a la calle y recordar que el deseo de independencia sigue vivo. Muchos dicen que están divididos e inmersos en otras batallas; que lo ocurrido en aquel otoño del 2017 se convirtió en un gatillazo y que los indultos han servido para calmar unas aguas que ahora no bajan revueltas, pero que será más por la sequía que por otra razón.

Pero gatillazo, el que algunos desean que tenga la Vicepresidenta segunda del Gobierno. La señora Díaz tiene revueltos a todos, a los de un lado y los del otro. Iglesias no habla, pero posiblemente crea que la proclamación dactilar de la vicepresidenta fue un gatillazo que ha transformado a Podemos en Pudimos.

Mañana tengo cita telefónica con mi médica.

GEPPETTO S.A.

Lunes de vendetta


«Alguien que le diera conciencia a su realidad»


Ha pasado de ser un artesano a tener una cadena de montaje con mano de obra barata. De empresario sin trabajadores a convertirse en una gran multinacional. Geppetto S.A. carece de un departamento de publicidad, pero tiene un máster en YouTube, Facebook, Whatsapp e Instagram. Y en Twitter, un hashtag ha transformado a este autónomo prejubilado con pensión no contributiva en una sociedad anónima.

Este surrealista y alegórico comienzo de un cuento para niños y no tan niños del siglo XXI nos recuerda a ese anciano sin hijos, carpintero y creador de una marioneta de madera sin vida: Pinocho.

Querido Pinocho.

Pocos conocen cómo bautizaron a este personaje de cine y literatura. De los primeros golpes de gubia y una lija para afinar su cara. Un apócope de su nombre. Un diminutivo infantil. Una abreviatura de tres letras que hoy se ha convertido en la palabra de moda. La que suena y resuena por todos los rincones: pin, pin, pin.

Pin parental del que muchos hablan y pocos explican —hay que tener entretenida a la gente en debates que se caen en el váter—. Pin que cuelga de las solapas de las chaquetas para presumir de una agenda 2030 que nadie sabe qué es, ni a qué lugar nos lleva. Pin de banderitas de esos «patrioteros» con billetes y maletines que tiran la calderilla a los pies de los pobres sentados junto a los cajeros. Pin de los iluminados y «salvapatrias» de tres letras de una voz que acaba con una X, que han renacido de unas cenizas que nunca se apagaron y difunden falsedades. Pin de lazos amarillos que hablan de diálogo diálogo diálogo, pero con el monólogo de quien habla bla bla bla, porque han conseguido que el verbo escuchar haya quedado ensordecido.

Pin comenzó a hacerse mayor. Mayor sin crecer. Crecer sin hacerse mayor. Pin se convirtió en Pinocho. Un niño de madera con vida porque una hada azul le hizo soñar. Un Pinocho cuya historia real se ha edulcorado y de terminar con una soga en el cuello, le prohibieron mentir porque le crecería la nariz. Un Pinocho que necesitaba de un Sancho Panza llamado Pepito Grillo. Alguien que le diera conciencia a su realidad. Conciencia que ha terminado en la papelera como virutas y serrín.

La nariz creció, creció y creció. Tanto lo hizo que los bosques están quedándose sin árboles que talar ni maderas que extraer. La culpa no es solo por la deforestación.

Mientras una cantante virtual vende millones de discos y llena los estadios de fans, Geppetto S.A. está llenándose los bolsillos con las fake news gracias al apéndice nasal de los Pinochos fabricados en serie. Y para colmo, una perra llamada Pocahontas se ha visto involucrada en otra historia irreal. En otra falsedad. Espero que haya tenido buen olfato y se aleje de este mundo de mentiras, mentiras y más mentiras.

Geppetto SA ha comenzado a operar en Bolsa. Las acciones se han disparado en su primer día de cotización. Pero esta es otra historia.

Feliz semana ejercientes de la vendetta. Hasta el próximo lunes.