¡GRACIAS!

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Cuando va a cumplir un año de su publicación, me dicen desde la editorial que se va a publicar la segunda edición de Recovecos. A decir verdad, esta noticia la conocí a mi llegada a Valladolid y pude compartirla como un secreto con los asistentes a la presentación que tuvo lugar en la Librería OLETVM, y a los que debo agradecer que me lo hayan guardado hasta este momento.
Hoy tenemos en nuestras manos varios ejemplares de esta segunda edición y aunque no oculto cierto rubor, lo que sí quiero es mostrar mi enorme agradecimiento a todos los que de una u otra manera han confiado en este trabajo y han dedicado su tiempo en leer los poemas y las historias que se esconden entre esos versos.
Sois muchas las personas a las que debo agradecer que la travesía de Recovecos siga adelante, y a riesgo de que se me olvide alguien, a quien ya pido disculpas, quiero agradecer a Azur Editorial por su apoyo constante; a Charo por ser y estar en cada momento y su mano para que siga adelante y no tenga miedo de asomarme al precipicio cuando se cruza en el camino; a Deva por ilustrar este libro y hacer poesía en silencio y seguir emocionando con cada línea que traza sobre un papel; a Carmela, la Capitana, que sigue navegando y mostrando su pasión por el mar; a Eva Cobo por su generosidad en la presentación de Recovecos en Rota; a Blanca Flores por abrirme desde el primer momento las puertas de un paraíso gaditano como fue el Espacio de los Amigos de Fernando Quiñones; al pueblo de Jun, a su alcaldesa, Aurora Suárez, a la concejala de Cultura, Rosario, a Encarni, Elena y todos, por recibirme de nuevo con tanto cariño; a la Cafetería-librería La Qarmita; a la Librería Tartessos en Rota por su ayuda constante; a la Librería La Isla de Siltolá en Sevilla por acogerme con tanto afecto; a Marisa Fernández y Mónica Rueda Andrinal por el encuentro en la Librería OLETVM en Valladolid, donde el mar encontró en tierras del interior momentos que nunca se olvidarán; y mi agradecimiento cómo no, a las reseñas que hicieron tanto Javier Gallego Dueñas como Ana Centellas, de un poemario que a veces pienso que busca el reencuentro consigo mismo; y a tantas y tantas personas que me han expresado lo que han sentido al leerlo, y a las críticas menos positivas, pero que sirven para encontrar el buen camino.
¡MUCHAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN A TODOS! y que siga la travesía.

PLEASE PLEASE, POR FAVOR

 

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Hoy he despertado very very happy y voy a celebrarlo. Voy a hacerme un selfie con mi nuevo smartphone que compré el día del Ciber Monday, y me vestiré casual con unos jeans que para no desentonar lo compré por Amazon por cinco euros en el Black Friday. Aunque mi look no sea muy cool recién levantado, con el photoshop todo tiene arreglo, porque lo importante es lucir muy fashion para empezar el día.

Tengo un día por delante de mucho trabajo. Debo cerrar algunos business mientras tomo algo en el catering antes de los casting que tengo por la tarde y elegir los nuevos top models de la próxima temporada. Al salir del trabajo, quiero pasar por el gym y con mi personal trainer haré algunos ejercicios de bodypump. Y estoy deseando que llegue la noche para acabar en el afterbeach y tomar algo durante el happy hour y bailar el último hit que pinchará ese nuevo DJ que está moda y hacer un break antes de irme a dormir.

Todo el mundo imagina que mi día a día es muy nice. Llevan razón, no voy a negarlo, así que please please, que nadie venga a jorobarlo. 

A estas alturas ya sé lo que piensas de mí, pero no te metas con mi privacy. Que suba fotos al Facebook, al Twitter o al Instagram no significa que sea hot, sino que es la única manera que tengo de ser protagonista de este reality show en el que todos vivimos. Y por cierto, no te creas todo lo que por ahí dicen de mí, eso son solo fakes news. La gente habla sin saber, porque cultura no me falta ya que soy un gran lector de los mejores best seller del mercado, recibo cada día decenas de newsletter en mi bandeja de email, y veo los programas de mi TV que se emiten en prime time y ganan cada día en la guerra del share, mientras otros no paran de hacer zapping.

Pero si quieres saber más de mí, no me mandes SMS, envíame un mensaje por WhatsApp y quedaremos para tomar un piquislabi.