Desordenado noviembre

Algaradas y tumultos.

Amor y pasión.

Disturbios y desorden.

Susurros y caricias.

Hace dos años vivimos un desordenado noviembre de 2023. Las primeras planas de los periódicos y las cabeceras de las noticias de radio y televisión recogían las protestas por la aprobación de la amnistía. Regresaba la tensión, las discusiones, los enfrentamientos, la dialéctica rota. Algún dirigente político proclamó que las concentraciones frente a las sedes del partido de la rosa eran antidemocráticas.

Han transcurrido más setecientos días de aquellos acontecimientos y ahora este noviembre no resulta muy diferente de aquel.

En esta permanente situación de conflictos y desavenencias de los llamados servidores públicos y en este goteo constante políticos miserables, me pregunto qué habría dicho el PP de la comunidad autónoma valenciana si lo sucedido con motivo de la famosa dana hubiera estado gobernando el PSOE en Valencia. Pero al mismo tiempo, me pregunto qué habría hecho el PSOE a nivel nacional si hubiera sido el PP el promotor de la aprobación de la amnistía.

El panorama político resulta desalentador. A veces creo que necesitan que estemos hastiados. Pero hoy como entonces, mientras algunos encienden las alarmas por la supervivencia de la democracia, siempre quedarán los que harán del amor sus noches azules.

 

OJOS DE ABRIL


El destino es un refugio para la memoria,
un mundo donde los poetas esconden los secretos
de palabras encadenadas entre los versos.
Por eso, cuando me pregunten por ti,
les contaré que mi pasado es un otoño
de azoteas y pretiles,
de fachadas encaladas, patios y casapuertas;
que mi presente y mi futuro
observan de reojo el tiempo detenido
por los recuerdos de una tierra que abrasó
los pies del caminante que estuvo a tu lado.


Y cuando quieran saber más,
les contaré la historia de una Valkiria
que vive en las tierras del sur,
de sábanas blancas en los tendederos
mecidas por el levante y un poniente callado;
de una maestra sobre la vida
donde los caminos no son caminos,
porque transitamos por veredas.
Y si alguien tiene alguna duda,
guardo la fotografía de una Esther Williams
que nunca fue actriz,
pero con la mirada de la Magnani
a las órdenes de Rossellini
como una diosa del Parnaso.


Si un día tengo que gritar,
gritaré.
No necesito Fridas ni Chavelas,
porque he visto cómo tus manos hicieron dulces
con almendras amargas de la vida.
Y si mi destino es aquel lugar,
son tus ojos de abril en ese retrato
los que me hablan de amor,
de generosidad
y de bondad.

Velo de flor

Comienzan a transcurrir los días y llega agosto. El calendario avanza y observo el campo. En pocas semanas llegará la vendimia y recuerdo las manos del mayeto, su manera de acariciar cada racimo de uva. Y no puedo olvidar otras manos, la del bodeguero, que transforma el fruto de la vid en un jugo de dioses.

En muchas ocasiones, mi tierra olvida, o no valora lo suficiente, la riqueza que guarda. Pero mi tierra sabe que en los detalles se encuentra la diferencia. Cuando descubrí el velo de flor, entendí que las manos de unos y otros hacían poesía a su manera.

#noviembredesordenado#poesía